El don de restaurar
Nota: este restaurante cerró sus puertas en octubre de 2016.
Don Bogotá
Quinta Camacho
Calle 70A # 9 - 51
Cocina de autor, francesa y colombiana
La sazón: 4,5
La atención: 4,7
La ambientación: 5
La relación costo/beneficio: 4,4
Precio promedio por persona: 40 - 50 mil
En Julio asistí al lanzamiento de Don, un lindo y moderno lugar en el que antes quedaba la Academia Charlot. Cuenta con una hermosa terraza en la que se encuentra el bar, ideal para compartir traguitos y bocados con amigos; también con una cocina abierta, de piso ajedrezado y superficies de madera sencillas y elegantes, y un salón interno con sillones comodísimos. Aquí les dejo las fotos del lanzamiento, donde pude probar bocados de algunos platos, todos muy apetitosos, en especial el Sánduche abierto de pechuga de pato (que, en el menú normal, es una entrada de 20.000).
Ese día Don me sedujo por completo, por lo que no tardé en volver.
Fuimos una noche a cenar en la terraza y empezamos por las bebidas. Aunque yo no soy muy de jugos, el de mango y maracuyá que P pidió me encantó, era refrescante, bien balanceado. Los coctelitos son cargados y a buen precio: el Margarita cuesta 22.000, el Gin tonic 25.000. De cortesía brindan tres originales panes hechos en casa: uno de panela con cuajada, esponjoso y dulce; otro de centeno, ácido y crujiente, y el de remolacha, innovador y de gran sabor.
Aunque la Morcilla (25.000) estaba fría, su textura masacotuda y el sutil grado de picante me gustaron. Los langostinos que venían con ella estaban al dente, tenían un sabor fuerte y rico (están bañados en guaro), el espárrago estaba asado a la perfección, el huevito aportaba una grata textura y la cracker de centeno acompañaba bien. Volví a pedir los Chinchulines crocantes (15.000) porque me había fascinado el giro gourmet que le dieron con el queso parmesano y el cebollín.
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La Mezcla de papas fritas (8.000) es casi un deber. En mis épocas mozas conocí a un señor que decía ser experto en papas fritas y me contó que consideraba que la grasa de pato era la mejor para fritarlas. Don me lo confirmó: sí hay un dejo a sabor de carne que le proporciona mucho carácter a la variedad de crujientes papas. Yo me di el lujo de pedir la Langosta (40.000) que tenía una fabulosa aleación de sabores —ahumado, aromatizado y levemente amargo—, pero su textura en algunos momentos era consistente, en otras un poco dura.
La Hamburguesa Don (20.000) que M y P eligieron llevaba un gran trozo de carne muy fresca (¡con queso cheddar por dentro!) y una jugosa reducción de carne, lástima que el pan se tostó de más. De las Papas Don (6.000) ni hablaré, creo que la foto lo dice todo: recomendadísimas. C eligió el Codillo Crocante (23.000) que gozaba de una buena porción de grasa, una corteza crocante y un interior de carne finísima que podía desmenuzarse fácilmente. Las verduras que venían con él eran umami y la choucroute de repollo morado, exquisita: idéntica a la que hacemos en casa.
Ya saben que yo de postres poco, pero de cuando en cuando hay que darse el gustico. El Rosa (18.000) es tan hermoso que dan ganas de enmarcarlo, ¿no les parece?: su cobertura es ácida; en su interior, el mousse de chocolate suave enlaza perfecto con el centro de frutos rojos; la base de brownie es esponjosita y el helado de frutos rojos (6.000) —que recomiendan para acompañar— se siente como un granizado, refrescante. El Verena (16.000) es perfecto para matizar y limpiar el paladar: cremoso y herbal, tiene la amargura y vigor del Jägermeister y el delicado dulzor de las peras caramelizadas.
Don se ha convertido en mi mejor descubrimiento del año. Es un sitio fresco, simple. Va a lo que va: restaurar, brindando platos interesantes, atención esmerada y servicio de calidad en un marco cautivante y agradable.
Calificaciones y comentarios de los otros comensales
P: 4 "Muy lindo y muy rico, pero la terraza es fría y oscura".
C: 4,7 "Nos atendieron muy bien".
M: 5 "Delicioso".
Tips viejecitos
Hay Gin tonic de frambuesa, ¡deben probarlo!
La vez pasada me recomendaron las Papas Don con mayonesa casera y pepinillos, pídanlo, es delicioso.