¿Quién robó mi corazón?
El Bandido Bistró
El Retiro
Calle 79b # 7 - 12
Comida francesa, bar
La sazón: 4,9
La atención: 4,8
La ambientación: 4,9
La relación costo/beneficio: 4
Precio promedio por persona: 40 - 60 mil
Me imagino que ya vieron las calificaciones y se preguntan cómo la viejecita se atrevió a poner tan buenas notas. Yo también. Debería darle un dos a este sitio solo porque siempre está lleno: había querido conocerlo desde hace como un año pero reservar es un calvario. Al fin logramos ir un martes y ¡no le cabía un alma!
El restaurante tiene el mismo tema que N.N.: la prohibición de alcohol en Estados Unidos de 1920-30, solo que es más informal. Queda al frente de la séptima pero se siente alejado del mundo, tranquilo. La decoración es de restaurante-bar francés, cuidadosa y detallista. De fondo se escucha Jazz, a veces Indie, a un volumen perfecto. La gente va en plan de hablar, compartir y tomarse alguito con amigos.
Reservé un día antes y supongo que ya no había mesas adentro, así que nos sentaron en la zona de fumadores (lo que me cayó de perlas, pero a mis compañeras no tanto). Parecía el patio de una casa elegante y las sillas eran cómodas, además había calentador así que el frío no fue una preocupación.
De cortesía trajeron un pan enorme y recién horneado con mantequilla hecha en casa. El mesero ya de primerazo se veía pilo, atento y relajado. Mientras mirábamos la carta, me tomé un Moonshiner (30.000) que es el coctel de la casa: su nombre viene de "los bandidos" que elaboraban las bebidas alcohólicas en aquella época. Sabe a manzana, es dulce y cargado, fue el favorito de P y C.
La comida es francesa típica y como en Bruto —es de los mismos creadores— venden Raciones para compartir. Le pedimos al mesero que nos recomendara una entrada y trajo el Carpaccio de pulpo (25.000), muy delicado, con una acidez perfecta gracias al tomate y chips de papa criolla. El mesero vio que acababa de salir pan del horno y nos hizo refill, ¿dónde más pasa esto?
P se decidió por una Hamburguesa artesanal (22.000). Como ven, no es muy costosa; los sitios de comida rápida venden a este precio y nunca con tanto sabor o calidad. Es muy jugosita (la pidió a término medio), con pan muy fresco y queso paipa que le da un toque saladito. C pidió un Lomo con salsa bernesa (34.000) a punto –término entre medio y 3/4– con un sabor muy sutil, la salsa era cremosa y le iba bien a todo; las papas que lo acompañaban eran crocantes por fuera y suavecitas por dentro. Como ya era de noche, yo solo me tomé una sopita: la Bouillabaisse (25.000) que venía con un exquisito pan de ajo, muchísimos frutos de mar y un caldo de tomate picantico y espeso.
En esas, el mesero me aconsejó un Tanqueray con té de frutos rojos (no aparece en el menú pero creo que se llama Tea Ten, cuesta alrededor de 27.000) y me explicó la mejor manera de preparar cada ginebra*; me gustan los meseros informados que se toman el tiempo de hablarle a los comensales. Todo lo traía con rapidez y gracia, incluso si pedíamos salsa de tomate o agua de la llave.
Terminamos con un Coulant au chocolat (12.000) que es un volcán de chocolate melcochudo y equilibrado con helado de vainilla. ¡Que por favor me digan quién lo hace y lo contrato!
Como dijeron mis amiguitas, el restaurante no tuvo ningún "pero", aunque ustedes me conocen (ya a estas alturas) y sabrán que soy un poco más amargada que el resto. Mi "pero" es el baño que parece en construcción —o eso espero—, y no está bien señalizado; me terminé metiendo a dos partes inacabadas antes de encontrarlo.
De resto, es el restaurante en el que más satisfecha me he sentido de toda la ciudad.
Calificaciones de los otros comensales
C: 5
P: 5
Tips viejecitos
Es (casi) obligatorio reservar. Si van en fin de semana, intenten pedir mesa desde el martes o el miércoles y acuérdense que el horario de llamadas es de 12-6pm.
Hay zona de fumadores. Si les molesta, avisen antes para no correr el riesgo de que su mesa sea allí.
* Por si les interesa la información: Tanqueray ten con té, Hendricks con pepino, Bulldog con violetas.
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